
Sueños rancios
Mi feminidad resiste como garrapata aferrándose de mis orejas como forma de resistencia a la hiper masculinización de la abogacía. Es martes, llego a la oficina diez minutos antes de las nueve. Hoy logré vencer al tráfico de esta monstruosa ciudad, solamente hice una hora veintitrés minutos. Digo sólo y