IA ¿De la ayuda al reemplazo?

Claro que la inteligencia artificial es una herramienta que ha llegado para facilitarnos miles de tareas, pero vivimos en un mundo lleno de talento y de personas con ideas por desarrollar.
El cine es un reflejo de nuestra imaginación, una combinación de arte, técnica y emoción que nos transporta a mundos desconocidos o nos enfrenta a nuestra propia realidad. Desde su invención, ha evolucionado con cada avance tecnológico: del cine mudo al sonoro, del blanco y negro al color, de los efectos prácticos a la animación digital. Ahora, una nueva transformación se abre paso: la inteligencia artificial.
A medida que la tecnología avanza, la IA ha comenzado a integrarse en distintas áreas del cine, desde la escritura de guiones hasta la postproducción. Su promesa es hacer los procesos más eficientes, pero su irrupción también ha generado debates sobre la autenticidad, la creatividad y el papel del ser humano en el arte.
Esta introducción fue hecha completamente con inteligencia artificial. ¿Eso le quita lo mágico a la escritura?
La inteligencia artificial ha dado mucho de qué hablar últimamente, especialmente en el arte. Muchas personas tienen opiniones encontradas sobre si el arte sigue siendo tal cuando interviene la IA.
Con la llegada de los premios Óscar, una de las fuertes contendientes es The Brutalist, nominada en 10 categorías, incluyendo Mejor Película. Recientemente, ha estado en el centro de la controversia por el uso de inteligencia artificial. Su director, Dávid Jancsó, explicó que recurrieron a esta herramienta para mejorar los acentos de los actores, ya que, tras varios intentos con otros intérpretes, no lograron el resultado deseado. Finalmente, optaron por la IA para que los hablantes nativos de húngaro no notaran la diferencia en la pronunciación.
Otra película que ha generado polémica es Emilia Pérez, donde también se descubrió el uso de inteligencia artificial. En este caso, la producción empleó la tecnología para ajustar las notas altas en los números musicales de la actriz principal, Karla Sofía Gascón.
Claro que la inteligencia artificial es una herramienta que ha llegado para facilitarnos miles de tareas, pero vivimos en un mundo lleno de talento y de personas con ideas por desarrollar. Entonces, ¿no vale más la pena aprovechar ese talento y seguir innovando? ¿O es preferible seguir utilizando estas herramientas solo para hacer el trabajo más fácil?
Sin embargo, en muchas ocasiones, la IA no solo se usa para mejorar voces o acentos, sino que comienza a reemplazar áreas clave del cine, como la edición o la animación. Un ejemplo de esto es Late Night With the Devil, donde el uso de imágenes generadas por inteligencia artificial en lugar de contratar a un diseñador para desarrollar las ideas provocó molestia entre el público.
¿Será la inteligencia artificial algo que la industria del cine podrá premiar? Recientemente se anunció que los premios Óscar podrían incluir un nuevo requisito: que las producciones describan cómo usaron la inteligencia artificial en su trabajo antes de ser inscritas.
La inteligencia artificial surgió como una herramienta para facilitar la vida, pero ¿hasta qué punto deja de ser una ayuda y se convierte en un reemplazo? Lo que hace al cine verdaderamente especial es la capacidad humana de transformar una idea en una película que millones de personas puedan disfrutar. El cine es un arte hecho por muchísimas personas que tienen el talento para hacernos sentir, emocionarnos y conectar con estas historias. No hay magia como la de entrar a una sala de cine, sentarte, desconectar de tu mundo y sumergirte en otro que fue hecho por artistas. Al dejar que la IA tenga tanto poder en la industria ¿no estaremos perdiendo lo que hace al cine un arte?
